lunes, 28 de abril de 2014




Cada cual ve lo que quiere o lo que puede. Pero es en la noche profunda donde las tinieblas nos igualan, reduciendo nuestro mundo exterior. Ya dudas de lo que piensas que ves. Al final descubres que estas siendo pensado por tu mente, la del ronroneo eterno. Caminas, corres y vuelves a ser tu, viviendo el instante, un resquicio de autenticidad en la noche oscura.


En la noche más corta del año correremos por Chiva para acabar con vistas al mar y ver el amanecer. 
Es el mismo camino que hicieron antaño los ganados para bajar al Reyno, a los ricos pastizales de las marjales, el mismo camino que recorrieron los fuegos forestales, las lluvias torrenciales,...y también el camino de los que regresamos satisfechos de pasar unas horas en la montaña.

21 Junio 24:00  ¡Te esperamos!







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